La espada de San Galgano
Todos conoceis la leyenda del Rey Arturo y La Espada "excalibur" clavada en la Piedra, y generalmente se suele sitúar en el medievo, en la zona de Inglaterra, pero como veremos ahora, quizás el verdadero origen de esta leyenda o mito se encuentre mucho más allá de las tierras inglesas, en plena Toscana italiana. La historia de San Galgano es extraña, nació en Chiusdino en 1148 (explica la leyenda que por gracia del Arcángel San Miguel), siendo sus padres Guido y Dionisia. Galgano Guidotti tuvo una vida fácil (algunas fuentes dicen que hasta un tanto libertina, vamos que era un golfo) hasta más de los veinte años, cuando se le aparece dos veces en sueños el arcángel San Miguel. De esta manera inicia la conversión el joven Galgano que comienza a predicar por Siena y sus alrededores hasta su retiro a una cabaña que se convertirá en su ermita en la Montaña Siepi. Un buen día, Galgano anuncia a todos que se va más lejos aún, en plan ermitaño y se va a vivir a una cueva. Sus amigos y parientes lo ridiculizaron, y Dionisia, su madre, le pidió, por favor, que se dejara de tonterias, que se vistiera nuevamente las ricas vestimentas de los nobles y que se fuera al secuestro de su prometida.
Galgano, al parecer conmovido por sus palabras, emprendió el camino para cumplir el deseo de su madre, pero su caballo se encabritó, lanzándolo por tierra, al tiempo que escuchó una voz celestial instándolo nuevamente a abandonar su vida facil y golfa.
Se dice que Galgano se lo pensó y en vez de ir al secuestro de su prometida se dirigió a Roma donde concerto una entrevista con el Papa Alejandro III que lo bendijo y lo alentó a construir una abadía cerca de su pueblo. Regresa pues, Galgano, a la ermita y, entre la desesperación de su madre y de su novia Polissena y el sarcasmo de los otros caballeros, sucede su único milagro conocido: clava profundamente su espada en la piedra (en 1180) formando una cruz con la empuñadura en la ermita.
Muere a los 33 años el 3 de diciembre de 1181, el año del nacimiento de San Francisco. Según la leyenda, en su entierro estuvieron presentes los obispos de Volterra (Ildebrando Pannocchieschi), de Massa Marittima y de Siena y los abades cistercienses de Fossanova. Tras su muerte, se erigió allí una capilla que aún subsiste. Cuarenta años después, los cistercienses construyeron, al pie de la montaña Siepi, una abadía que llevaba el nombre de Galgano y que fue muy próspera en su época. Como consecuencia, San Galgano se hizo tan popular que los cistercienses y agustinos lo reclamaron, cada uno a su lado, como uno de los suyos. Fue canonizado en 1185.
La espada sigue allí clavada en la piedra, no sabemos si es la de San Galgano ni como llegó a clavarse en la roca, pero la datación de la misma y sus características estilíticas corresponden al siglo XII sin duda.
