ISABEL LA CATOLICA, REINA ILEGITIMA.
El nacionalismo español está cuajado de mitos, falsedades, mentiras y verdades a medias; muchos engaños y todo un rosario de tramas oscuras tapando la realidad; al fin y al cabo la historia la escriben siempre los vencedores que se afanan por limpiar la porquería y convertir la podredumbre en exaltación y gloria. Cinco siglos de exaltación monárquica española, de la bondad de los Reyes Católicos, de la unidad de España dan de sí para que en el inconsciente colectivo cuaje la idea de que las cosas son así como son, pero no por mucho repetir la mentira esta se convierte en verdad.

Lo cierto es que Isabel de Castilla fue reina, sí, pero reina ilegítima. Y fue ilegítima porque ni le correspondía ser reina ni se esperaba que lo fuera. Isabel lo que si era, es muy ambiciosa. Hija del rey Juan II y hermana menor del Rey Enrique IV, malmetió entre la nobleza castellana para crear división, ordenó envenenar a su hermano el rey Enrique IV para acelerar su ascenso al trono «por cobdicia desordenada de reynar»junto a Fernando de Aragón, quienes «acordaron, e trataron ellos, e otros por ellos, e fueron e fabla e consejo de lo facen dar (...) ponçoña de que después falleció». Y no siendo suficiente con esto desató una guerra civil en Castilla contra la legítima sucesora del rey Enrique, su hija Juana que había ya sido proclamada Reina en Plasencia.
Sí, Isabel con la ayuda de gran parte de la nobleza castellana ganó la guerra y la historia nos ha dejado a Isabel como imagen ideal de una reina medieval, pero seguirá siendo una reina Ilegítima, corrupta, causante de miles de muertes y de cientos de males que aun hoy en día soportamos.